Dejan Huella #17 + SORTEO

¡Hola, hola! Volvemos un viernes mas con nuestra sección mas especial, Dejan Huella. Y hoy toca uno de nuestras mejores lecturas de este año, Sueños de piedra de Iria G. Parente y Selene M. Pacual. Si aún no lo conocéis, os animamos a que le deis una oportunidad porque os aseguramos que os encantará tanto como a nosotras. 

Y además os tenemos un sorpresa, os traemos un pequeño SORTEO relacionado con el libro. ¿Que os parece si os decimos que tenemos 2 marcapáginas firmados por las autoras y que podéis ganarlos? ¿Os gustaría? Pues ahora tenéis la oportunidad y tan solo tenéis que dejarnos un comentario en la entrada contándonos que os ha parecido el libro, si os apetece leerlo... lo que queráis contarnos. Fácil ¿no? Teneis de plazo hasta el dia 30 de octubre (es internacional). ¡Suerte!

Reseña de Sueños de piedra

«—Vas a ir delante todo el camino, ¿ verdad Lynne? No quiero perderme este paisaje.
Enrojecí por la sorpresa, dándome la vuelta. El príncipe puso expresión de cachorro hambriento y abandonado.
—Voy a tomarme esto como que estas afectado por el ataque de ayer, príncipe.
—¡ Y yo voy a tomarme estas calzas como una prueba de los Elementos en mi camino! ¡No puedes ir así vestida y esperar que me quede tan tranquilo! A no ser que no quieras que me quede tan tranquilo. —Sonrió, con los ojos brillantes—. ¿Es eso? ¿Quieres...?
—¡Ni por todo el oro de Marabilia!»

«Hay un brillo en los ojos grises de mi compañero que recompone su sonrisa d siempre y casi parece aliviado. Su mano, contra todo pronóstico, me coge el talón y tira de mi con seguridad. Me arrastra sin que yo pueda evitarlo, acercándome a él. Como si quisiera eliminar toda la distancia que yo trato de imponer entre nosotros. »

«No quiero amor en mi vida, no lo necesito, pero me asusta no sentirlo. »

«El roce de Arthmael en la mejilla me coge por sorpresa. Me tenso, mirándolo, abriendo mucho los ojos. Su caricia no se parece en nada a las del resto de hombres que me han tocado. No es falsa ni brusca ni falsamente tierna. »

«Me está abrazando. Me está abrazando como si fuera de cristal y fuese a resquebrajarme entre sus brazos si me aprieta demasiado. Me está abrazando con... ¿Cariño? »

« —Gracias por mostrármelo.
 Parece estremecerse, pero se aparta un poco para mirarme a los ojos. Sonríe con burla, con timidez. Como a mí me gusta. Como si fuera dos chicas en un mismo cuerpo. como si estuviera aprendiendo a aceptar a ambas. A crear un equilibrio.
 —Gracias por preocuparte por mí.
 Ahí está de nuevo. El tirón en el estómago. La mano alrededor de mi corazón, apretándolo. Empujándolo a ir más rápido. El instante en el que me quedo sin aire. El mundo que se ralentiza mientras busco en su rostro. En sus ojos. En sus labios.
 Quiero besarla.
 Pero, si lo hago, todo cambiará entre nosotros.» »

«—Las mujeres, pedazo de imbécil, somos igual de válidas que vosotros. Que algunos hayan hecho de este mundo un lugar de hombres no significa que no seamos dignas de vivir en él, de ocuparnos de nuestras vidas, de hacer lo que se nos antoje con ellas." »

«Ningún comentario sobre la inutilidad de las mujeres, o te aseguro que yo misma me encargaré de dejarte inútil para cualquier mujer. »

«—¿Porque no me lo dices? —pregunta—. Cada vez que oigas esa voz, yo... hablaré más alto para acallarla. Por cada cosa horrible que te diga, yo te diré dos buenas. Algún día serás una gran comerciante y yo no podré decirte nada que no sepas. Pero hoy, ahora..., te recordaré que eres importantes. Que significas mucho, aunque sólo sea para mí y para Hazan...» »

«Eso es lo más parecido a un «creo en ti» que nadie me ha dicho nunca.»

«No quiero... tenerte. Sé que no eres de nadie. Que incluso si me correspondieses, no serías mía, y yo no quiero que lo seas. Siento... Siento que pareciese eso.»

«A mí me gusta cuando te ilusionas, cuando sonríes. Incluso cuando lloras. ¡Pégame! (...) ¡Enfádate! ¡Apuñálame si quieres! ¡Pero no hagas eso! ¡No te hagas eso!»

«Alejarnos para volver a encontrarnos. Encontrarnos para volver a alejarnos.»

«Pero aunque tú no te quieras a ti misma, yo... yo podría hacerlo por los dos, hasta que aprendas.»