Dejan huella #31

¡Hola! Os traemos un nuevo Dejas huella, esta vez de La Guarida del León, novela de Christine Feehan que reseñamos hace unos meses en el blog. Podéis leer la reseña aquí.

- Tengo buen oído y un agudo sentido del olfato.- Se inclinó para mordisquear su cuello-. Y hueles tan bien que podría comerte.

 Aquel hombre estaba allí dentro, entre las paredes del castello. Sabía que estaba allí. Podía sentir su presencia. Oscura. Peligrosa. Como una bestia que acecha a la espera... Observándola. Isabella podía sentir su mirada, malévola, maliciosa, venenosa. Algo perverso acechaba en las entrañas del palazzo y, con su especial sensibilidad, ella lo percibía como un puño en torno a su corazón.

 -¿Los leones? - repitió ella-. ¿Creéis que estaban obligándome deliberadamente a permanecer en el valle? El calor del aliento del don contra su piel la hacía temblar. Nicolai retenía su mano contra sus labios, como si no soportara la idea de dejar de tocarla. - Sé que es así. Cambié de opinión casi al instante en que os perdí de vista. Y ellos lo supieron. Ellos siempre lo saben. No soy noble ni valiente. Si lo fuera, ya estarías a salvo lejos de este lugar. 

 Alzó el mentón. - No se me da bien obedecer. La risa grave, divertida y envolvente de él la sorprendió. Se coló en su interior y se ganó su corazón. - ¿Es eso una advertencia o un consejo? - pregunto el don.

 Ella le ofrecía el mundo y los placeres del paraíso. El le ofrecía la muerte y el fuego del infierno

 Eso no es posible. Vos sois la elegida. Los leones lo saben. Ellos siempre lo saben.

— ¿Qué clase de animal emite ese sonido? —Un león por supuesto. Están por todas partes en el valle, y en palazzo. Son los guardianes de nuestra famiglia. Nuestros guardianes y carceleros.